¡Mermelada casera, saludable y deliciosa! En vez de azúcar lleva stevia cooking 1:2 de Energy Feelings, que no sube los niveles de glucosa o insulina en sangre, no aporta calorías y no provoca caries.
También lleva semillas de chía ECO de Energy Feelings que le dan una textura gelatinosa de mermelada, además de aportar calcio, fósforo, manganeso y ácidos grasos omega 3.
¡Lo mejor de todo es que es muy fácil de preparar! ¿A qué esperas?
Puedes ver el vídeo de como usar el Stevia Cooking en youtube.
INGREDIENTES MERMELADA DE FRUTOS ROJOS SIN AZÚCAR
- 18g de stevia cooking 1:2 (1 Tbsp=1cs) de EnergyFeelings
- 25 g Semillas de Chía ecológicas de EnergyFeelings
- 300g de frutos rojos (frescos o congelados)
- Zumo de medio limón
PREPARACIÓN
- Pon a calentar un cazo pequeño a potencia/llama alta/media y agrégale los frutos rojos. Remueve de vez en cuando. Cuando empiecen a aparecer burbujas, baja el fuego y aplasta las frutas para triturarlas. Puedes chafarlas más o menos dependiendo de los trozos de fruta que te guste encontrar en la mermelada. Cocina a fuego lento durante 20 minutos o hasta que las frutas hayan reducido a la mitad.
- Añade el zumo de limón, las semillas de chía y el stevia cooking 1:2. Remueve bien, apaga el fuego, vierte el contenido en un tarro de cristal hermético y ciérralo.
- Cuando esté a temperatura ambiente, podrás consumirla o guárdala en el frigorífico.
- Las semillas de chía absorberán parte del líquido y te quedará una mermelada espesa, no te preocupes si la encuentras demasiado líquida al principio.
- Combina muy bien con yogures, porridge o en tostadas con crema de cacahuete, tahini, mantequilla o ghee.
CONSERVACIÓN:
- El azúcar es un conservante, como esta mermelada no lleva azúcar se conserva por menos tiempo una vez abierta, también dependerá de lo madura que esté la fruta y de la cantidad de azúcar que tenga. Una semana te aguantará en la nevera en perfectas condiciones.
- Si quieres hacer más cantidad, puedes rellenar tarros pequeños y consérvalos en la nevera hasta 1 mes. Para ello esterilízalos, rellénalos de la mermelada cuando está aún caliente, tápalos herméticamente y gira los tarros, de manera que se apoyen sobre la tapa para que hagan el vacío. Cuando estén a temperatura ambiente ya los puedes conservar en la nevera.
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